Guía para un acabado perfecto
Guía para un acabado perfecto
Un acabado perfecto es el que está como nuevo. En otras palabras, no debe distinguirse de la pintura original. El objetivo es que todo el trabajo sea rentable y merezca la pena.
Los profesionales tenderían a estar de acuerdo en que el tiempo empleado en la fase de preparación es tiempo bien empleado, sobre todo porque la actitud general en el Mercado es «nunca hay tiempo suficiente para hacerlo bien desde el principio, pero siempre hay tiempo para hacerlo de nuevo…».
Repetir el trabajo siempre cuesta más tiempo y dinero que hacerlo correctamente desde el principio. Por eso la preparación de la superficie es muy importante, tanto o más que la aplicación.
Preparación de la superficie:
En la cadena de montaje de la fábrica, la pintura se aplica sobre una superficie lisa y limpia. El pintor tiene que hacer lo mismo. Se puede dividir el trabajo en distintas fases:
- Desabollar y sustituir piezas.
- Aplicación de masilla y moldeado.
- Cebado.
- Aplicación de la capa final.
No se debe pasar a una etapa hasta que la anterior se haya completado a la perfección. Esto garantiza un flujo de trabajo adecuado y ahorra tiempo y dinero.
Determinar el estado del sustrato:
El 1er trabajo consiste en identificar el estado general del sustrato. Saltarse esta fase puede dar lugar a medidas correctoras muy costosas, que podrían incluir la eliminación de toda la pintura nueva y vieja.
- Limpia bien la superficie vieja.
- Inspecciona con cuidado. Normalmente, las superficies horizontales se verán afectadas primero, por lo que suele ser prudente empezar por ahí.
- Observa el nivel de brillo del acabado. Un nivel de brillo bajo puede significar defectos microscópicos.
- Comprueba la adherencia. Si es necesario, puedes rascar con un cuchillo (cerca de la zona repintada) la pintura vieja y ver si se desprende.
- Determina el tipo de pintura que se utilizó utilizando como guía la tabla siguiente.
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La pintura está en buen estado:
Si la pintura existente no reacciona a la prueba del disolvente y está en buen estado, puedes pulverizar cualquier tipo de pintura sobre ella si la limpias bien (utiliza Genclean 8281), la soplas con aire comprimido y la limpias con un paño adherente.
N.B. La cera y la silicona pueden penetrar bajo la superficie y resultar muy difíciles de detectar. Por eso, a veces se recomienda añadir un agente limpiador o detergente al agua utilizada durante el lijado. Presta especial atención a las manchas causadas por alquitrán, gasolina, ácido de batería, antigel, líquidos de frenos. Estos productos también pueden penetrar por debajo de la película de pintura y hay que lijarlos. -
La pintura está en mal estado:
La mayoría de los defectos son graduales y no se pueden detener simplemente repintando. De hecho, repintar suele acelerar el proceso. Por eso hay que eliminar la pintura original, y hay dos formas de realizar esta tarea: Utilizando una lijadora orbital o un decapante. Las lijadoras se suelen utilizar para reparar paneles. Puedes empezar usando papel grueso e ir subiendo gradualmente. Los decapantes suelen utilizarse para superficies grandes (suele ser útil hacer arañazos en la pintura para acelerar la acción del decapante).
N.B.: Elimina la pintura de los plásticos lijando y la de la madera quemando. El metal puede parecer limpio y brillante y aún tener polvo que puede atacar a la pintura y disminuir su adherencia. En el taller, una limpieza de óxido, restos de aceite, grasa, contaminación, residuos alcalinos, ácidos, etc. También atacarán al metal y mejorarán las propiedades de adherencia.
Identificación del color:
Consulta el código de color del fabricante del coche. Utiliza el software GPC para extraer la fórmula (asegúrate de tener el tono variante correcto). Formula y pulveriza el panel de prueba. Ajusta si es necesario, antes de pulverizar.
Lijado:
El objetivo del lijado es doble:
- Consigue una superficie lisa.
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Consigue una buena adherencia entre capas.
En general, es aconsejable aplicar una capa guía que ayude a determinar las zonas que se han lijado frente a las zonas que aún requieren lijado. Puedes utilizar una capa guía seca o diluir un color de contraste (9:1) y pulverizar una capa de niebla (evita los colores rojo, granate y amarillo). Evita saltarte más de un grado de lija a la vez. - Utiliza papel o film de enmascarar adecuado. No utilices papel de periódico.
Técnica de pulverización:
La técnica de pulverización debe aprenderse y practicarse constantemente.
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